¿Cuál ha sido tu vinculación con el Grupo Oleícola Jaén a lo largo de sus 40 años de su historia?
Desde sus inicios ha sido un buen proveedor, tanto de aceite de oliva como de aceite de orujo, sobre todo un buen compañero de viaje. Incluso hemos realizado tratos de forfait en nuestras extractoras de orujo por el buen entendimiento que hemos tenido siempre.
¿Cómo nos conoció? Tu primer recuerdo de nosotros
Mi primer recuerdo se remonta cuando mi padre me hablaba, mucho y bien, de Carlos Morillo. Siempre decía que era un buen empresario y que era bueno en los negocios.
¿Cómo ha visto la trayectoria del Grupo Oleícola Jaén desde sus inicios hasta el día de hoy?
Creo que es una trayectoria de la que GOJ puede estar orgulloso. Ha tenido momentos difíciles en años atrás y lo ha superado con su esfuerzo empresarial.
¿Cómo ve el Grupo Oleícola Jaén de aquí a 10 años?
Gracias al esfuerzo y el trabajo que desarrolla desde hace años, lo veo aún más consolidado en el sector, afianzando la labor de expansión que está llevando a cabo.
¿Qué proyecto destacaría como más importante dentro del GOJ?
Desde mi punto de vista el gran reto al que se enfrenta GOJ, como tantas empresas, es el de la continuidad y crecimiento. En este caso, lo más importante es que la empresa tiene visión de continuidad y que la nueva generación está haciendo sus labores perfectamente para que esto se consiga con éxito.
¿Qué crees que podemos ofrecer para mejorar el sector oleícola?
Continuar con los valores y forma de trabajo que caracterizan a GOJ y seguir apostando por el negocio de aceite de oliva y orujo.
¿Qué desea para el GOJ?
Un futuro lleno de éxitos, dando continuidad a la empresa familiar, tal y como estamos haciendo desde el Grupo MIGASA.